A pesar de que la libertad de expresión es un derecho fundamental, también existen límites razonables para proteger otros derechos y bienes jurídicos, como la protección de la reputación, la seguridad nacional o la prevención de la incitación al odio. La ley debe imponer estas restricciones, que son necesarias en una sociedad democrática y proporcionales al objetivo perseguido.
Una sociedad democrática necesita la libertad de expresión. Permite a la gente participar en debates públicos, compartir información, criticar al gobierno y otras instituciones y contribuir al desarrollo social. Además, fomenta la diversidad de opiniones y la tolerancia, lo que hace que la sociedad sea más pluralista e inclusiva.
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La libertad de expresión es el derecho de cualquier persona a expresarse libremente sin ser censurado ni obstaculizado por el gobierno u otros f
actores. Este derecho incluye la libertad de buscar, recibir y difundir información y opiniones en cualquier forma de expresión, ya sea oral, escrita, impresa o a través de los medios de comunicación.
La libertad de expresión es un derecho fundamental consagrado en numerosas constituciones y declaraciones de derechos humanos en todo el mundo. Es un pilar fundamental de las sociedades democráticas, permitiendo a los individuos expresar sus opiniones, ideas y creencias, así como acceder a información y participar en debates públicos. En este artículo, nos centraremos en el artículo 59 de la Constitución (o su equivalente) de muchos países, el cual garantiza la protección y ejercicio de la libertad de expresión.
Es responsabilidad de todos los actores sociales, incluidos los padres, los educadores y los responsables de la formulación de políticas, ...
